UN NUEVO ESTILO DE CATEQUESIS Una catequesis de inspiración catecumenal C 15. La catequesis impartida a niños debe seguir el modelo de catequesis de adultos y el proceso de educación en la fe, por etapas, propuesto por el Ritual de Iniciación Cristiana para Adultos (R.I.C.A.). La catequesis para la iniciación cristiana es una actividad eclesial, que tiene como objetivo exponer la fe de forma sistemática y organizada a quien ya la ha aceptado inicialmente, tras una etapa previa de acercamiento, despertar religioso o pre-catecumenado. “El fin definitivo de la catequesis es poner a uno no sólo en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo: sólo Él puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad”[11]. En nuestras catequesis de iniciación cristiana de infancia solemos aceptar a educandos, que no han realizado un primer acercamiento a la fe, ni han sido iniciados en la misma. Estos niños, antes de pasar a la etapa catecumenal, deberían recorrer primero la etapa del despertar religioso o “pre-catecumenal”, siguiendo el modelo de la catequesis de adultos.
Es importante tener presente que la catequesis está en función de la “etapa catecumenal”, es decir, de la formación sistemática y orgánica de la fe, que presupone ya una primera adhesión a la persona de Jesucristo[12].
16. El proceso de crecimiento en la fe implica una catequesis integral, que promueva una fundamentación de la fe, educando en todas las dimensiones de ésta: conversión a Dios, conocimiento del mensaje, oración, liturgia, vida moral evangélica, responsabilidad pastoral, vida comunitaria, compromiso evangelizador y misionero[13]; ésta es la riqueza del “acto catequético”[14].
Como dice san Cirilo de Jerusalén, la catequesis era un momento importante, insertado en el amplio contexto de toda la vida, especialmente litúrgica, de la comunidad cristiana, en cuyo seno materno tenía lugar la gestación del futuro fiel, acompañada de la oración y el testimonio de los hermanos.
17. Nuestras catequesis han mantenido una excesiva dependencia del estilo escolar. Es necesario ahora asumir todas las tareas y dimensiones del “acto catequético”, a fin de “desescolarizar” la catequesis, aportando una renovación de la misma. La catequesis de iniciación cristiana no puede tomar la forma de una clase escolar.
El “acto catequético” implica también una iniciación en diversos aspectos de la vida de oración, de la liturgia y de la moral. Es necesario integrar en la catequesis una serie de signos, gestos y actos, propios de la expresión de la fe, que no pueden hacerse en el ámbito escolar.